La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo calificó al exmandatario Felipe Calderón Hinojosa como “presidente espurio” y aseguró que su llegada al poder en 2006 fue producto de un fraude electoral, hecho que, dijo, “quedará grabado en la historia de México”.
La Presidenta también resaltó el caso de Israel Vallarta, detenido en 2005 en un montaje televisivo orquestado durante el calderonismo para presentarlo como un “gran golpe” contra la delincuencia.
Señaló que este show mediático fue parte de una estrategia de propaganda para encubrir pactos con el crimen organizado y distraer de la crisis de seguridad.
En este contexto, Sheinbaum mencionó a dos de los principales operadores de esa trama:
Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública de Calderón y hoy condenado en Estados Unidos por vínculos con el narcotráfico, fue señalado como uno de los principales artífices de la estrategia fallida de seguridad.
Durante años, utilizó las instituciones del Estado para pactar con cárteles, manipular investigaciones y fabricar montajes mediáticos que alimentaran la narrativa de “éxitos” del gobierno, mientras la violencia se disparaba en todo el país.
Luis Cárdenas Palomino, su mano derecha y excomandante de la Policía Federal, actualmente preso en México, enfrenta acusaciones por tortura, corrupción y violaciones graves a los derechos humanos.
Su nombre ha estado ligado a múltiples casos de fabricación de culpables, uso excesivo de la fuerza y operaciones ilegales para proteger intereses políticos y criminales. Fue uno de los principales operadores del montaje contra Israel Vallarta y Florence Cassez, caso que se transmitió en vivo a nivel nacional para engañar a la opinión pública y ocultar las complicidades del alto mando con el crimen organizado.
Para la Mandataria, estos casos son muestra de cómo el aparato de seguridad y justicia de la época operaba al servicio de intereses políticos, fabricando culpables mientras se protegía a verdaderos criminales.
Las declaraciones se dieron en el marco de la defensa de la Reforma Judicial que impulsa su gobierno, con la que busca una transformación profunda del sistema de justicia y critica a quienes defienden las estructuras heredadas de gobiernos anteriores.