En el último día del carnaval K’in Tajimoltik de Chamula, también conocido como la Fiesta del Juego o Fuego Nuevo, el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar llegó al municipio de Chamula, ubicado en la región Altos Tsotsil-Tseltal de Chiapas, para ser parte de una de las festividades más ancestrales y emblemáticas de la región. Este evento, profundamente arraigado en las costumbres y creencias de los pueblos originarios, fusiona la memoria y la cosmovisión maya-tsotsil con la tradición católica, creando una expresión única de identidad y misticismo.
Ataviado con el traje tradicional, el gobernador Eduardo Ramírez recorrió las principales calles de Chamula, acompañado por el presidente municipal Pascual Sánchez Gómez y las autoridades representativas de los tres barrios de la comunidad: San Juan, San Sebastián y San Pedro. Durante su recorrido, el mandatario saludó a las y los habitantes que se congregaron para celebrar el cierre de este ciclo festivo, que comenzó el 28 de febrero y cuyo calendario está ligado a los “cinco días perdidos” del Calendario Maya. Este calendario tiene una profunda conexión con la cosmovisión indígena de la región, que se refleja en la duración y el significado de las festividades.
Desde el balcón de la Presidencia Municipal, el gobernador Ramírez tuvo la oportunidad de presenciar el corazón de la festividad, considerada la más importante del municipio. En este evento, la comunidad de Chamula expresa su riqueza cultural a través de rituales llenos de simbolismo, acompañados por el sonido característico de los instrumentos tradicionales, como guitarras, sonajas, arpas, trompetas y tambores. Estos elementos crean una atmósfera única que transporta a los participantes y espectadores a una celebración profundamente conectada con sus raíces.
El carnaval K’in Tajimoltik no solo es una festividad de carácter religioso y cultural, sino también un espacio de unión comunitaria, donde las familias y los habitantes del municipio celebran la vida, la naturaleza y sus tradiciones más arraigadas. Durante este evento, se rememoran los antiguos rituales mayas que celebraban la renovación de la tierra y el ciclo de la vida, con un énfasis particular en la relación de los pueblos indígenas con sus dioses y la naturaleza.
Al finalizar su recorrido, el gobernador Eduardo Ramírez se despidió del pueblo de Chamula, expresando su gratitud por la invitación a ser parte de una celebración que mantiene viva la herencia cultural de Chiapas. Con esta festividad, los habitantes de Chamula no solo honran su pasado, sino que también fortalecen su identidad y transmiten a las nuevas generaciones el valor de sus tradiciones ancestrales.